Santa Catalina de Siena

 

 

Imagen de Santa Catalina de Siena. Obra anónima, de gran calidad artística. Sus características escultóricas la entroncan estilísticamente con el s. XVII, pues su disposición iconográfica recuerda a Santa Teresa, y al misticismo barroco de ese siglo. Es un imagen de medianas dimensiones, tallada en madera. La imagen representa a una monja de vida contemplativa, que porta el rosario creado por el fundador de la orden dominica a la que pertenece esta Santa. La primera referencia de esta escultura data de principios del s. XVIII, cuando Pascual de Valcárcel, síndico del Templo del Convento de San Joaquín, vendió a Damián Fernández Morote el derecho de patronato de una capilla que está fabricada en el Convento del P. San Joaquín de esta villa a vocación de Santa Catalina, al lado del Evangelio. Esta mención a la capilla de Santa Catalina se refiere a la actual capilla de San Antonio. En 1702 se llevó acabo el cambio de titular de la capilla, donde se colocó un cuadro. Debido a esto, la escultura de Santa Catalina de Siena se guardó y, con posterioridad, pasó a la Ermita de San Bartolomé.